Columnas - Salvador Camarena

Otra polémica decisión del Frente Amplio por México

  • Por: SALVADOR CAMARENA
  • 17 AGOSTO 2023
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Otra polémica decisión del Frente Amplio por México

Los partidos decidieron apoyar a Creel en una ambición sin futuro, y con ello cancelaron la oportunidad a un cuadro que prometía al menos novedad, preparación y entrega, como De la Madrid

Es una ilusión pensar que los partidos del Frente Amplio por México sacaron las manos para que sea el pueblo quien decida quién compite en la primaria para elegir a su candidato(a) presidencial. Y al disfrazar de democracia el proceso cometieron el error de eliminar este martes a Enrique de la Madrid.

Para evitar filtraciones, el comité organizador de la interna del Frente adelantó el anuncio de sus finalistas. Pasadas las seis de la tarde del martes informaron que en la encuesta opositora quedaron mejor posicionados, en ese orden, Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes y Santiago Creel. Sin sorpresas.

Por lo tanto De la Madrid ha quedado eliminado y no participará en los cinco foros que habrá a partir del jueves, y mucho menos en la consulta entre aquellos que se inscribieron en el padrón que para tal efecto se convocó.

El Frente Amplio tiene un gobierno y unas reglas. No son factores independientes. El gobierno corre a cargo de los partidos, y las reglas las impusieron los mismos, con algunas concesiones ciudadanas y cediendo partes operativas del proceso al llamado comité ciudadano.

Porque si los partidos se lo proponían, un aspirante desistía de sus ambiciones incluso antes de registrarse. Eso ha ocurrido y no está mal. Todo lo contrario, pues es eso precisamente lo esperable de los institutos que han de velar para que quien gane la candidatura aliancista tenga el mejor perfil.

Así que ni se apuntaron todos los que querían inscribirse, ni necesariamente aquellos que sí lo hicieron habrían pasado a la siguiente fase sin la ayuda de las estructuras partidistas para lograr las 150 mil firmas requeridas. Porque salvo el caso de Xóchitl, tuvieron bastante qué ver en quién calificaba.

Con eso en mente es doblemente lamentable el espectáculo de Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera, perredistas que lejos de agradecer la ayuda recibida de los partidos, retoban con argumentos huisacheros cuando a pocos sorprende que ni así hayan reunido los apoyos reglamentarios.

Pero quien sí logró pasar a la siguiente fase fue Enrique de la Madrid, cuya aspiración presidencial era abierta desde hace tiempo, y en la que empeñó bastantes recursos mediáticos y no pocas giras, encuentros ciudadanos y debates en la prensa.

El exsecretario de Turismo no era tan popular como Santiago Creel y eso era en buena medida una de sus virtudes. Tiene margen para, ante públicos nuevos, exponer sus ideas (unas mejores que otras, es cierto), una experiencia que no ha defraudado y una carrera sin grandes polémicas.

Muchas veces los sondeos premian el conocimiento no la capacidad y menos la idoneidad. Por ello no sorprende que el tercer lugar haya sido para alguien que ha sido figura nacional desde hace 30 años, y no para quien entró en la política partidistas más resueltamente apenas hace un par de años.

¿Al Frente le convenía que Creel siguiera adelante en lugar de De la Madrid? El cuestionamiento presupone que los partidos buscan que el proceso dé por resultado la mejor candidatura. Porque si lo que pretenden es negociar otros intereses, saciar otras agendas, entonces ni para qué explorar la respuesta.

Si la alianza busca el mejor perfil, ¿convenía que en los encuentros venideros la gente escuchara a quien podría crecer en conocimiento gracias a novedosos argumentos, a quien con sus planteamientos forzara a los otros contendientes a prepararse más? Si sí, el finalista era De la Madrid, no Creel.

El exdirector de Bancomext tuvo mejor desempeño que el exsecretario de Gobernación panista en el foro del pasado jueves. Y que Xóchitl. Pero eso no incidió en la encuesta porque el encuentro nadie lo vio, y porque cancelados como están los debates, no hubo tampoco un encendido postdebate.

Por eso se hacía necesaria la operación de los partidos, para que ponderaran qué terna sería más atractiva en los siguientes encuentros, en las dos semanas que le restan al proceso. Igual y De la Madrid no crecía, pero una cosa es segura, Creel, con su pasado foxista encima, seguro no crecerá.

Y ese pasado es una razón extra para que los partidos hubieran hecho valer su autoridad. Xóchitl es foxista. Ahí surgió a la política y tiene en el exmandatario a uno de sus referentes. Es lo que es. Y Creel... también. Tendremos a dos foxistas en la palestra junto a Beatriz Paredes.

Paredes y De la Madrid, en cambio, no era redundantes. Tienen carreras muy diferentes: por ello no iban a canibalizarse: ¿el diputado y la senadora del PAN podrán ofrecer cosas distintas? Hoy, difícilmente. A ver si la senadora priista no se los desayuna en cada foro. Cosa que no es mala, por supuesto.

Los partidos decidieron apoyar a Creel en una ambición sin futuro, y con ello cancelaron la oportunidad a un cuadro que prometía al menos novedad, preparación y entrega, como De la Madrid. ¿Por qué? Pronto lo averiguaremos.

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