Significado del humo blanco y negro en el cónclave
El humo blanco y negro en el cónclave papal
Tras la muerte del papa Francisco, el Vaticano se prepara para un nuevo cónclave: un proceso donde 133 cardenales elegirán al próximo líder de la Iglesia católica.
El humo que sale por la chimenea de la Capilla Sixtina es la señal clave para millones de fieles: negro si no hay consenso, blanco si ya se ha elegido al sucesor. Pero ¿cómo se logra este efecto? La respuesta combina tradición, química y tecnología.
¿Cómo se logra el color del humo?
Históricamente, para obtener humo negro se quemaban únicamente las papeletas, mientras que para producir humo blanco se agregaba paja húmeda. Sin embargo, este método no siempre garantizaba una señal visible e intensa, lo que llevó al Vaticano a modernizar el proceso.
Actualmente, el humo negro se genera con una mezcla de perclorato de potasio, sulfato y antraceno, o, según el medio France 24, con naftaleno. Para el humo blanco, se emplean compuestos como perclorato de potasio, lactosa y resina de pino, reforzados con humo pirotécnico blanco basado en lactosa.
Una vez terminada cada ronda de elecciones, se introduce un cartucho pirotécnico que contiene seis granadas de humo, cada una con una duración de dos minutos.
Este sistema está conectado a dos estufas: una de hierro fundido, usada desde 1939 para quemar las papeletas, y otra electrónica que cuenta con una conexión especial. Cuando llega el momento, el cardenal designado pulsa un botón que activa las bengalas, asegurando que las columnas de humo sean intensas y visibles, incluso para la multitud congregada en la Plaza de San Pedro.
El cónclave no solo es un proceso de votación; es un evento cargado de significado histórico, espiritual y político. En total, participan 133 cardenales electores, principalmente de Europa (54), Asia (24), Sudamérica (18), Norteamérica (16), África (18), Centroamérica (4) y Oceanía (4), quienes representan las diversas voces y realidades de la Iglesia global.
Los últimos dos cónclaves, en 2005 y 2013, concluyeron al final del segundo día de votaciones. En ambos casos, las imágenes del esperado humo blanco cruzaron las pantallas de televisión y redes sociales en cuestión de segundos, simbolizando para millones de católicos alrededor del mundo la llegada de un nuevo líder espiritual.