El acceso a servicios de psicoterapia y salud mental en la sociedad actual

El mensaje constante en escuelas, gobiernos y redes sociales sobre la importancia de cuidar la salud mental parece dar frutos: cada vez más personas acuden a psicoterapia en momentos turbulentos de la vida, al igual que hablan de ello abiertamente, sin temor a la crítica.

"A esa hora no puedo porque ese día tengo mi cita con el psicólogo", dijo Arturo, un joven de 29 años, a sus amigos que planeaban una reunión un sábado por la mañana.

Casi ha quedado atrás el pensar que ir al psicólogo es para "locos" o "débiles", al mismo tiempo que aumenta el interés por herramientas profesionales para resolver conflictos, disminuir algún sufrimiento y lograr un equilibrio emocional.

"Se ha ido rompiendo el tabú", dijo la psicóloga Silvia Bazaldúa Arévalo, de la Asociación de Psicólogos Escolares. "Está mucho más normalizado, aunque sí encuentras (aún) personas con resistencia".

Pero mientras antiguas creencias sobre la salud mental disminuyen, hay otros retos que persisten o aparecen, coincidieron psicoterapeutas consultados.

Representa un riesgo la existencia de servicios de ayuda emocional de personas que no cuentan con las credenciales para ello, como el caso de Marilyn Cote, la falsa psiquiatra de Puebla que curaba la depresión en siete días.

Además, está la falta de acceso a servicios de psicoterapia para personas de bajos recursos, al mismo tiempo que muchos jóvenes buscan respuestas en redes sociales, donde abunda la desinformación.

Si un chico busca en plataformas en línea acerca de trastornos, fácilmente encontrará definiciones breves, incluso cuestionarios de autoevaluación emocional.

"Quizá las nuevas generaciones están brincando al otro extremo", continuó Bazaldúa Arévalo.

"Ya llegan con un autodiagnóstico que vieron en redes sociales, se sienten identificados en algo que vieron en TikTok, en Instagram.

"El reto es poderlos informar bien y psicoeducar, romper creencias que no tienen bases ni argumentos psicológicos".

UNA SOCIEDAD MÁS INFORMADA

Sanjuana Gómez Mendoza, profesora de la Escuela de Psicología de la UDEM, afirmó que el rompimiento del tabú de ir con un psicoterapeuta se aceleró tras la pandemia por Covid-19.

"Se ha visto un 'boom' en la búsqueda de ayuda psicológica", comentó.

"Creo que la experiencia de haber vivido en aislamiento social o haber convivido de forma diferente con nuestra familia y con los otros ha creado una conciencia nueva sobre la importancia de nuestra salud emocional".

El tabú, aclaró, persiste en quienes tienen arraigada la idea de que no deben pedir ayuda o que un extraño no tiene que saber de su vida.

La catedrática también enfatiza la importancia de que las personas logren diferenciar la información falsa y la confiable sobre salud mental en redes sociales.

"Disminuye el tabú conforme la sociedad está más informada", dijo. "Lamentablemente, en este campo abundan personas que se aprovechan de la buena fe de otros y, a veces, causan daño, faltando totalmente a las normas de ética a las que debemos apegarnos los profesionales de la psicología y la psicoterapia".

En una sesión, explicó, se emplean técnicas que facilitan a la persona el camino para la solución de algún problema.

"Estas técnicas han sido probadas con investigación clínica con el propósito de tener pruebas de su efectividad", indicó.

UN DERECHO HUMANO

Hebert Alberto Rodríguez Guajardo, coordinador académico de la licenciatura en Psicología de Ibero Monterrey, coincidió en que tras la pandemia aumentó la búsqueda de servicios de salud mental, incluso la conciencia sobre la prevención.

Sin embargo, existen otras retos, mencionó, como la falta de recursos económicos para cubrir un servicio de psicoterapia de manera particular. Ante esto, hay organizaciones o dependencias públicas a las que se puede acudir.

"Pero hay personas que, quizás, en cierto horario tienen alguna actividad laboral y se les dificulta asistir, y es cuando se quedan sin la oportunidad de contar con un servicio de salud mental gratuito o a bajo costo", dijo el psicoterapeuta.

También hay una barrera a superar, por ejemplo, cuando en una familia los papás no asisten al proceso de psicoterapia.

"Suelen ser las mamás las que asisten a buscar algún servicio de psicoterapia", señaló Rodríguez Guajardo.

Para seguir superando el tabú es necesario que las políticas públicas, las acciones de las instituciones y los presupuestos sean congruentes con la salud mental como un derecho humano, reflexionó.

"Esto puede favorecer el acceso a más servicios de salud mental y a programas orientados a la reconstrucción del tejido social".

¿CUÁNDO ACUDIR CON UN PSICÓLOGO?

- Si hay problemas de comunicación familiar, aislamiento social o rupturas dentro de la familia.

- Ante cambios importantes en la vida, experiencias traumáticas, abuso, baja autoestima, exceso de autoexigencia o dificultad para tomar decisiones.

- En periodos de crisis emocional marcados por tristeza intensa, ansiedad, adicciones, violencia, aislamiento o autolesiones.

- Si surgen temores extremos, como miedo a salir o a morir.

- Cuando se busca desarrollo profesional, mayor inteligencia emocional, autoconocimiento, crecimiento personal o transformación interna.

OJO CON LAS CREDENCIALES

- Verifica que el psicoterapeuta tenga formación profesional, experiencia y estudios en psicología clínica o psicoterapia.

- No confundas a un coach de vida con un psicoterapeuta titulado; la diferencia en preparación es clave.

- Pregunta sobre la efectividad y base científica de las técnicas que utilizará en tu proceso.

Fuentes: Psicoterapeutas Silvia Yaneth Bazaldúa Arévalo, Sanjuana Gómez Mendoza y Hebert Alberto Rodríguez Guajardo