Las vísceras del Vocero
A muchos tamaulipecos les ha quedado claro el estilo con que gobernó el PAN, pero particularmente Francisco García Cabeza de Vaca, y hay observaciones que la misma historia lo está juzgando, pero en particular las autoridades locales y federales.
Cuando salen sus seguidores en su defensa es porque el Estado recuerda cómo persiguió Francisco a sus adversarios, cómo cometieron un saqueo y la barbaridad de actos violentos que se cometieron en su gobierno, y no se diga la operación de los GOPES, los expedientes inventados para ir en contra de sus adversarios políticos y cómo diseñó los obstáculos legales desde el Congreso del Estado para preparar su libertad y protección pero, además, la estrategia de ataque política y jurídica que fabricó pensando llegar al exilio.
Esos temas bien que se conocen y, en particular, quienes las han sufrido las han combatido, pero también quien está cuidando esas trincheras en favor del exgobernador del PAN que estuvo en la silla entre 2016 al 2022.
Su escena más reciente en redes sociales es cuando denuncia que uno de sus hijos fue detenido por una de las carreteras del estado rumbo a Soto La Marina, donde el exmandatario tiene uno de sus ranchos, y revela que quienes detuvieron la unidad eran hombres armados. Horas después se conocería que los dejaron ir porque el hijo del gobernador iba con elementos de la Guardia Estatal, que son sus escoltas. "Esta tarde uno de mis hijos fue interceptado por hombres armados en un tramo de la carretera Aldama-Soto La Marina. Dios y la intervención oportuna de los escoltas lo puso a salvo". Ese mismo día de la denuncia en redes sociales, pero por la mañana, la periodista Martha Olivia López había salido en la conferencia de prensa mañanera frente al Presidente López Obrador, exigiendo que el Gobierno federal reaccionara y lograra la detención del exmandatario panista por las violaciones cometidas, y en particular en contra de la comunicadora.
De primera mano parecía una cortina de humo de Francisco para distraer los reflectores y todo, quizás, sólo quizás, se puede pensar que pudo haber quedado ahí; pero las vísceras con las que se construyó el comunicado que hizo el vocero de Seguridad Pública Estatal, Jorge Cuéllar Montoya, muestra el nivel de comunicación que tiene su vocería, la falta de oficio político y de la intolerancia que tiene en contra de Francisco García.
El vocero de Seguridad parece trasladar un sentimiento personal en contra del exmandatario cuando trata de aclarar los hechos, en donde fue intimidado uno de los hijos del panista. Lo peor es que se admite, entonces, que aparte de que están los hombres civiles armados en las carreteras y por andar un escolta estatal y tratarse del hijo del exgobernador, entonces los dejan ir. Aún más, el vocero de Seguridad, Jorge Cuéllar Montoya, escribió en su comunicado un texto que debe quedar inmortalizado para las nuevas generaciones de periodismo y en particular para aquellas que vayan a trabajar en la parte oficial: "Seguramente, al exgobernador, desde donde se encuentra prófugo de la justicia, no le informaron con veracidad de los hechos".
Claro que la respuesta del exgobernador cuando se difundió el comunicado del vocero Jorge Cuéllar era de esperarse. El informe de los hechos que debió haber presentado el vocero lo hizo el exgobernador; la precisión de las palabras sin reflejar emociones (salvo por la natural reacción de un padre a favor de su hijo) no lo tenía el comunicado del vocero.
Los tamaulipecos tienen memoria y seguramente los actos del pasado se mantienen vigentes, pero el error que comete el vocero Jorge Cuéllar refleja esta impotencia, cuando debería haber mostrado oficio y tratado de localizar, a través del escolta, al exgobernador, incluso el mismo Secretario de Seguridad debió haber hablado con él; si se negaba era punto para ellos. La transparencia de los hechos también hubieran dado una postura diferente.
Ahora bien, no todos los tamaulipecos viajan con un escolta que asignó el Estado. En el caso de CDV, cuando era gobernador, reformó la Ley de Seguridad y la misma Constitución de Tamaulipas para lograr que el exgobernador y todos los exsecretarios de su gobierno, relacionados con la seguridad, tuvieran escoltas asignados durante el mismo período en el que estuvieron en sus cargos.
Incluso, la Corte ya le dio la razón al exgobernador para que no le retiraran la custodia y es una seguridad que tienen los hijos y esposas de los exfuncionarios, algo que no tienen los tamaulipecos. El último reporte es que tienen asignados a 76 policías de la Guardia Estatal. Estos escoltas son pagados con recursos del Gobierno del Estado y aún así el exmandatario responsabiliza a la actual administración que encabeza Américo Villarreal Anaya, el mismo que sufrió la persecución de Cabeza de Vaca en el 2022.
Los hijos de Américo se tuvieron que amparar e incluso se vieron en la necesidad de esconderse, porque un grupo especial que dirigía Irving Barrios los buscaba para detenerlos, y hasta les puso ´campana´, como se conoce en el argot policiaco, para detenerlos.
No lo pudieron lograr, pero de eso se debe acordar también el exgobernador que hizo hasta lo imposible por detener a los hijos del actual mandatario estatal, Américo Villarreal. Tratándose de los hijos surge esa defensa natural de los padres.