Operación mochilas, no es la solución
- Datos alarmantes
Algunos orígenes de una adicción
Velvet González | El Heraldo de Chihuahua
Padres y gobierno, ignoran el origen del problema, el adicto base predispuesto por sus antecedente genéticos, herencia neurótica, de abuelos y padres alcohólicos, nace y crece conviviendo con el alcohol, la cerveza está presente en todos los eventos, el machismo y el hembrismo, en su conjunto las características de un hogar disfuncional, son como un tatuaje que lo marca de por vida donde crecen sus niveles de ansiedad, en suma, el niño dañado, recibe daños irreversibles marcando sus heridas profundas del alma, nace y crece con miedos, complejos, se torna nervioso, ansioso y cuando entra la sustancia a su cuerpo es como arrolló al alma, cae, desde muy temprana edad en depresión, no sabe manejar sus emociones y con el tiempo acumula un mundo de malos hábitos y de defectos de carácter, las malas amistades influyen en su aditicio como las dependencias a los aparatos electrónicos, a la pornografía, el sexo o la pereza, son presa fácil del aburrimiento y no hay en casa un digno ejemplo a seguir, propiamente, muchos adictos son empinados por sus padres a caer en las garras de esta perra enfermedad del alma, maldita enfermedad, que es progresiva, incurable, contagiosa burlona y mortal.
No hay que tapar el sol con un dedo
El narcotráfico tiene una mercado potencial en los niños, es por demás atractivo, está presente en los barrios, donde las pandillas son carne de cañón, en las escuelas y estamos abriendo la puerta a experiencias más crueles, como son los suicidios o los asesinatos masivos, tipo Estados Unidos, no estamos zafos de estas desgracias y no es con la operación mochila como debemos de entender este serio problema de vida o muerte, tenemos que ir a la raíz, al punto de partida que son los hogares disfuncionales, no es a través de póster, folletos películas como tenemos que despertar conciencia, hay que reconocer, que en prevención, estamos en pañales, carecemos de un programa informativo, el índice de adictos, crece como la espuma en niños y adultos, en hombres y mujeres.